Inicio diciendo que soy oriunda del municipio de Inzá, Cauca, población
que se encuentra ubicada al oriente del departamento, siempre estigmatizado por
ser un territorio peligroso y por ser “zona guerrillera”.
Desde que tengo memoria siempre
he vivido en medio del conflicto que vive el país ya haya sido por los ataques que
ha hecho la insurgencia a mi pueblo (toma guerrillera de 2001 y los múltiples hostigamientos
que se han presentado desde esa fecha) o por el simple hecho de ser Liberal, Conservador
o de Izquierda (Polo), y me considero víctima del conflicto, no solo armado si
no víctima del abandono del estado, víctima de la inseguridad y víctima de la desigualdad.
Recuerdo los relatos de mis
abuelos y mis padres, cuando me contaban que en Inzá hubo una época de
violencia tremenda, donde había persecuciones y se mataban entre los mismos paisanos solo por el simple
hecho de no ser del mismo partido tradicional (Liberal, Conservador). Relata
Jose ( mi padre) : “ una vez a mí me toco irme con el abuelo unas semanas para el páramo a escondernos,
porque a él lo iban a matar los conservadores, esos días fueron feos, porque hacía
mucho frió y no había casi comida”.
Si me preguntan, ¿qué se
siente estar en medio del conflicto?, yo respondería que siempre se siente un miedo, incertidumbre y una zozobro
inmenso de que va a pasar el día de mañana, y como dije no es solo miedo al conflicto armado,
si no miedo a las persecuciones políticas que se les hace a las personas que
piensan de una manera diferente, que trabajan por construir un futuro mejor,
donde visualizan un país igualitario, equitativo, donde todos tengamos unas
condiciones dignas para vivir y salir adelante.
Por eso veo con buenos ojos
el proceso de paz, porque en el percibo una esperanza para todos, una oportunidad de
cambiar la historia del país, donde todos tengamos las mismas oportunidades, de
estudiar, trabajar, de tener una vivienda digna y un buen servicio de salud.
Autor: Paola P.
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